Panqueques, Panquecas o Pancakes. Es lo mismo, y tú y yo sabemos que están buenísimos los Panqueques Americanos Esponjosos. No le demos más vueltas, vamos a ver cómo se hacen los auténticos Panqueques Americanos esponjosos, que, además de estar muy ricos, son muy rápidos y fáciles de preparar:
INGREDIENTES, como para 6 a 10 panqueques (depende del grosor que quieras) (si quieres más o menos, multiplica o divide las cantidades):
60 gr de azúcar blanca
125 gr de harina de trigo muy floja (0000)
100 ml de leche entera, con grasa
un huevo tamaño M
3 gr de levadura química
1 cucharadita de extracto de vainilla
1 pequeña pizca de sal
decoración: nutella, miel, sirope de maple… Lo que antojes para añadirle
PREPARACIÓN:
Paso 1
Vamos a comenzar a preparar nuestros Panqueques Americanos esponjosos. En un tazón, bowl, vamos a verter todos los ingredientes (menos la decoración, claro). Los batimos, a mano o a máquina, lo mejor es a máquina. Deberá quedar una masa homogénea pero densa. Esto es un añadido, pero házlos así tal y como te ha salido la masa para probar la primera vez y, si ves que la masa es muy gruesa y consistente, la próxima vez, añades un poquitico más de leche, y, si notas los panqueques delgados y demasiado ligeros, la próxima le añades un poquito más de harina.
Paso 2
Ahora es turno de cocinar los panqueques. Engrasa un sartén para que no se pegue la masa. Subiremos el fuego a media potencia, incluso algo menos (4 o 5 de 10, aunque cada fogón o vitrocerámica es diferente). Ahora, cuando esté caliente el sartén, verteremos 1 o 2 cucharadas de masa en el centro de la sartén. La masa no hay que tocarla, ya que se expandirá sola por la sartén. Cuando veamos burbujas en la masa, le daremos la vuelta ayudándonos de una espátula. Cuando tenga el color que tu gustes, las irás sacando y amontonando en un plato, una encima de otra para evitar perder calor lo más posible. Así con todas, pero la primera suele ser «de prueba» para ver la potencia del fuego y grosor.
Paso 3
Cuando las tengas todas, prepara una fruta cortada, miel, caramelo… y disfrútalas como si vivieras en pleno Chicago.
¡Buen provecho!
